para todo tipo de hamster..
26.02.2013 11:47
La alimentación en libertad |
Hábitat
Los hámsters enanos proceden del continénte asiático, siendo sus hábitats la estepa, el desierto y el matorral, variando según la raza de hámster. Las condiciones climáticas de estas zonas suelen ser bastante adversas, con temperaturas bajas la mayor parte del año, lo que en conjunto hace que el alimento sea un bien escaso.
Su alimentación se basa en: semillas, vegetales, raíces, insectos, animales pequeños, etc. Por otro lado, sólo en cortos periodos de tiempo pueden encontrar alimentos fácilmente, por lo que han de crearse despensas para los periodos difíciles. Y puesto que los hámsters enanos no hibernan, siempre han de disponer de comida. Cada noche, estos pequeños roedores parten en busca de la misma, recorriendo grandes distancias y guardando lo que encuentran en sus abazones, para después vaciarlos en las despensas que crean en sus nidos a través de un sistema de galerías.
Estas condiciones de vida tan adversas poco tienen que ver con lo que se encuentran en su vida doméstica. Por eso es frecuente que su alimentación no sea la más adecuada. Los principales problemas son:
- Sobrepeso. Los hámsters no saben regular la cantidad de comida que necesitan. En la naturaleza tienen problemas para encontrar comida y como mascotas tienen de sobra y a su libre disposición. El sobrepeso puede traer serios problemas de salud y provocar la escasa movilidad del animal.
- Preferencia por los alimentos ricos en grasas y calorías. En la naturaleza estos alimentos escasean, pero los preparados que venden en las tiendas (sobre todo los más baratos) suelen contener grandes cantidades de ellos. Son los que más le gustan a los hámsters pero los que menos se deben comer.
- Pudrición de alimentos frecos. En su hábitat natural los hámsters no tienen muchas oportunidades de encontrar vegetales frescos, por lo que nunca llegan a almacenarlos hasta el punto de que exista riesgo de pudrición. Como máscotas, pueden optar por comerse el preparado y almacenar el alimento fresco, con el consiguiente riesgo de pudrición del mismo, pudiendo aparecer moho, bacterias, infecciones, contrayendo así el animal una infección que puede resultar muy peligrosa.
- Problemas intestinales por exceso de alimento fresco. Como se ha comentado en el punto anterior, el alimento fresco no es un alimento habitual, por lo que un exceso del mismo puede crear diversos problemas, siendo la diarrea el más común, dada la gran cantidad de agua que suelen contener.
- Carencía de proteína animal. En la naturaleza, la proteína animal puede llegar a suponer hasta el 40% de la dieta del hámster, pero los preparados que hay disponibles en el mercado para hamsters no suelen contenerla. Esta carencia puede afectarles de tal forma, que pueden comenzar a perder el pelo apareciendo calvas